miércoles, 18 de julio de 2012

EL SALARIO UNIVERSAL


Cuando en los años 60 leímos a algunos autores rusos y alemanes tratando el incipiente y tímido desarrollo, de la llamada entonces Cibernética, pusimos en duda cualquier cambio socio-laboral en una sociedad capitalista, cuyo cometido es la producción basada en la explotación del hombre y todos los bienes de nuestra tierra. Sin embargo, hoy es una realidad. El ser humano ha incrementado su afán depredador utilizando para ello la tecnología de forma discriminatoria y así es como nos encontramos con mas de la mitad de personas, en todos los países del mundo, sin trabajo y que jamás lo tendrá. La "maquina" suplanta al hombre. Los hombres y mujeres son prescindibles y valen menos que una maquina herramienta que confecciona nuestros calzados, lavadoras, trenes, barcos, etc.. La "raison de vivre" de nuestra sociedad y civilización. Lo que motivó a construir ciudades, vivir en comunidad y compartir nuestros esfuerzos y conocimientos (yo hago calzados, tu las prendas de vestir y él, la comida), pierde su razón de ser.   El viejo sueño de ser atendidos por un robot y acceder a todos los servicios domésticos apretando un botón, disfrutando de todo el tiempo libre, es decir, de la vida; se ha truncado por la codicia  de unos pocos que organizan y distribuyen las riquezas del planeta. Hemos alcanzado entre todos un desarrollo tecnológico que nos permitiría ser libres y dedicar nuestro tiempo al crecimiento personal merecidamente tras siglos de trabajo y luchas sociales, somos empero, mas esclavos que nunca. Ya no sólo de aquellos que se han adueñado del mundo sino, también, de la "máquinas". El avance tecnológico ha sido en efecto liberador, pero aquellos que detentan el poder y nos gobiernan, admiten los adelantos pero no las exigencias que han sido el "desideratum" para la humanidad. Es decir, la clase trabajadora y la sociedad tecnológica ha evolucionado, pero no aquellos que nos gobiernan, admitiendo, que en pleno siglo XXI deberían tener hombres y mujeres del mundo, un salario universal, producto del esfuerzo de milenios.